viernes, 13 de marzo de 2015

1# 3P1R: Álvaro Calvete












¡Hola! Por fin es viernes, queridos lectores. Tal y como os prometí, hoy, viernes 13, comenzamos a publicar los relatos de la propuesta "TRES PALABRAS, UN RELATO" o "3P1R".
Estrena la sección Álvaro Calvete Aguilar, autor que ya conocemos por su paso por el blog en varias secciones. Aquí podéis ver: Relatos, Entrevista, Booktrailer.

Y el relato que aporta a la propuesta es... "La tortuga"


No conseguía verlo, pero sabía que estaba allí. Cuando lo alcanzara por fin habría cumplido su cometido, el final de un largo camino. Lo único que se interponía entre el mar y la tortuga era una enorme duna de arena que parecía la mismísima Pirámide de Keops.

Cuando estuvo frente a ella, la tortuga supo que aquel era el último obstáculo para nadar libre en el Gran Azul, de modo que, a pesar de hallarse apenas sin fuerzas debido al largo recorrido que llevaba, se dispuso a realizar un último esfuerzo para alcanzar lo que más ansiaba.

Con una convicción y entrega encomiables empezó a escalar la pronunciada pendiente de fina arena a paso lento, pues no quería resbalar y echar a perder lo que con tanto esfuerzo le estaba costando conseguir. Cada centímetro era un gran paso para cumplir su sueño. No miraba atrás, no se detenía, su voluntad era indoblegable.

De pronto, una fina lluvia empezó a caer cuando la tortuga iba por la mitad de la duna que le cogió de improviso. Las gotas le cayeron en los ojos y entorpecieron su avance, haciendo que al final trastabillase y cayera deslizándose por la empinada pendiente hasta la base.

Sin perder ni un segundo, empezó a escalar nuevamente la duna. Ahora el ascenso era más complicado, pues la arena cada vez estaba más mojada y de vez en cuando se desprendía algún terrón de arena. Aquello le costó caer una vez más cuando había dejado unos metros atrás el ecuador de la cuesta.

Al llegar abajo estaba empapada y llena de arena, pero aquello no fue excusa para no volver a intentar un nuevo ascenso. Volvió a armarse de valor y entusiasmo y empezó, por tercera vez, a subir su particular “pirámide”.

Pero maldita coincidencia que, cuando solo le quedaba un cuarto del recorrido por completar, el temporal había empeorado y un fuerte viento racheado la empujó dando al traste con sus ilusiones de alcanzar el mar. En un santiamén estaba de nuevo al principio de la cuesta.

La tortuga empezó a plantearse si su destino no era alcanzar el océano, y si su libertad sería algo de lo que nunca podría disfrutar.

Mas todavía no había dicho su última palabra. Contra viento y agua, la tortuga empezó a escalar insistentemente a pesar de que su ánimo estaba mermado.

Subía a paso lento pero seguro, evitando pisar donde pudiese caer al vacío y soportando estoicamente el fuerte vendaval. Al mirar hacia arriba, veía los rayos caer en la distancia. El peligro parecía lejano, pero de pronto, uno cercano iluminó el firmamento y el estruendo derivado del trueno le asustó y le hizo volver a caer para su desesperación.

No tenía fuerzas para intentarlo otra vez. Solo le quedaba abandonar, olvidar su sueño y rendirse ante tantas dificultades. Al final, el sufrimiento que había pasado para llegar hasta allí había sido en vano.

Entonces miró al cielo y vio un resquicio de esperanza. El cielo gris se había agrietado y pudo ver la bóveda celeste a través de ella, por donde un tenue rayo de sol se colaba desafiando la oscuridad de la tempestad. Eso le devolvió la ilusión, así que sacó fuerzas de donde no había y encaró una última vez la dichosa duna que la separaba de su meta.

Con enorme arrojo la tortuga fue escalando evitando todos los obstáculos anteriores. No dio ningún paso en falso, no hubo viento suficientemente fuerte como para derribarla, ni experimentó temor alguno al oír el cielo tronar.

Al final, extenuada, la tortuga coronó la cima de la duna. Lo había conseguido. Miró atrás y vio la larga pendiente que acaba de subir y comprendió que, después de todo, había merecido la pena.

El Gran Azul la estaba esperando.

Álvaro Calvete Aguilar

¿Qué os parece? :D Muy chulo, ¿verdad?  Si queréis participar no tenéis más que enviarnos vuestro relato. La bases están aquí.  

Álvaro, muchas gracias por el relato :)  

¡Os deseo una feliz tarde a todos!  Cada viernes publicamos un nuevo relato.   ¡UN FUERTE ABRAZO!

12 comentarios:

  1. Bonito mensaje nunca rendirse para conseguir ti objetivo. Me ha gustado!!

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    1. Hola María!! me alegro que te haya gustado. Todos hemos pasado por alguna situación parecida alguna vez. Gracias!!

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    2. Pues si Alvaro hoy el día a día ya es una lucha constante. Felicidades!! A la semana que viene me toca a mi. Salgo a escena ja ja

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  2. Muy bonito relato y una muestra de superación. Me gustó su estilo, deseando leer su libro.

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    1. Hola Clara!! gracias!! me alegro que te haya gustado, ya me contarás qué tal La Enviada de Dios, jeje. Besitos!!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Muchas gracias Marta!! estás haciendo un trabajo increíble con ti blog, que ninguna montaña de arena te detenga, jeje. Besitos!!

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  5. un bello relato donde la tenacidad, la perseverancia y la fuerza hablan por si solas...

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    1. Muchas gracias Alejandra!! virtudes y valores que todos deberíamos tener. Un saludo

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