EL DISFRAZ DE TOM
Capítulo 1: De casa a la isla
Los días de lluvia no resultaban un
problema para Tom. Imaginación y disfraz en mano era todo lo que
necesitaba para convertirse completamente en un personaje de cuento.
Así pues, aquella tarde no fue menos. Tras haber engullido de un
solo bocado el pan con chocolate que le había preparado su mamá,
corrió a su habitación a estrenar su nuevo traje.Los días de lluvia no resultaban un
problema para Tom. Imaginación y disfraz en mano era todo lo que
necesitaba para convertirse completamente en un personaje de cuento.
Así pues, aquella tarde no fue menos. Tras haber engullido de un
solo bocado el pan con chocolate que le había preparado su mamá,
corrió a su habitación a estrenar su nuevo traje.
Esta vez sería Peter Pan durante toda
una tarde. Se enfundó sus mallas verdes oscuras, se puso la camiseta
y el gorro del mismo color, y por último unas preciosas y cómodas
zapatillas. Frente al espejo contempló lo mucho que se parecía a su
personaje favorito de cuento.
De repente, algo comenzó a brillar.
Un estela de luz le envolvió de pronto. Asustado por no saber qué
ocurría, comenzó a llamar a su mamá:
̶
¡¡¡Mamá, ayúdame!!! ̶ gritó el pequeño.
Pero
antes de que su madre pudiera ir a ver qué pasaba en la habitación,
Tom fue tragado por aquel haz de luz e, inmediatamente, teletransportado a otro mundo.
Habían
pasado tan sólo unos segundos, aunque para él hubieran parecido
días. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que no se encontraba
ya en su cuarto. Nada podía reconocer en aquel lugar. Ni su cama, ni
sus juguetes, ni siquiera podía ver a su gato Spike ronroneando a
sus pies. ¿Dónde se encontraba?
Lo
único que seguía siendo igual era su traje, seguía portando su
disfraz de Peter Pan.
Un
momento... ¡se encontraba en una isla! Corrió tanto como pudo por
la orilla, intentando que las olas no mojaran sus nuevos zapatos. A
lo lejos, divisó un grupo de niños. Entonces, no dudó en que ellos
podrían ayudarle a volver con sus papás.
̶
Hola, ¿podríais ayudarme? ̶ saludó Tom a uno de los chicos, que
se encontraba sentado en una roca con los demás ̶ . Creo que me he
perdido y no sé cómo irme de vuelta a mi casa.
̶
Pero Peter, ¿dónde estabas? Te estábamos esperando ̶ exclamó
una niña rubia.
MARTA MORALES
Está muy bien, muy cómodo de leer, redactado con inocencia y sencillez. ¿Es un proyeco de cuento infantil o algo parecido? No lo digo porque crea que te expreses como una niña de párbulos jejeje
ResponderEliminarEs solo curiosidad científica. Y también por saber en qué posición quedo si no entiendo algo del capítulo jejeje
Está genial, de veras. He empezado a sudar por la tensión al intentar que no me malinterpretaras jejeje
¡Un abrazo! :)
¡Hola! Sí, era un cuento que nos han pedido como tarea en la universidad, estoy haciendo Magisterio Infantil. Muchas gracias! Me alegro mucho que os haya gustado, un abrazo
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