Visitas de Japón y otras

Hace un par de semanas tuvimos la suerte de poder recibir de Japón la visita de una maestra y dos alumnas, que llevaban aprendiendo español desde hace tan solo unos meses.
Nos hizo especial ilusión, pues nos mostraron la importancia que se le da en su país a la figura del maestro, algo así una una referencia en sus vidas. Nos hablaron de aquellos que más les marcaron en su infancia y las penurias que tuvieron que pasar para llegar a sus escuelas, dándoles el valor total y absoluto que tienen.
Con ello, aprendimos muchas cosas en todo lo que duró la sesión, entre ellas que un buen maestro puede llegar a marcarte tanto para bien como para mal el resto de tu vida.
Además, hicimos varias actividades, una de ellas fue analizar dibujos que nos trajo la profesora de África y que los consiguió durante un curso escolar que estuvo en Sierra Leona. En ellos aparecían distintos maestros que los niños tenían. Se podía ver perfectamente cómo las características coincidían en varios de ellos, tanto las malas como las buenas, y cómo los niños expresaban con sus palabras lo que les gustaba o no de ellos. 

Lo mismo tuvimos que hacer nosotros con el maestro ideal, ya fuera uno que hubiéramos tenido ya o bien uno en el que nos quisiéramos convertir nosotros. Yo escogí a Paco, mi profesor de historia que siempre ha confiado en nosotros y ha mostrado a sus alumnos la mejor versión de sí mismo, tras un semblante serio y que causaba respeto. Me ha encantado dibujarle, ya con mis escasos dotes artísticos he realizado una figura sonriente y enternecedora que a mis ojos era él.